Rostros y Mas

Es en el infinito de la mirada donde se descubre el alma. Lenguaje oculto pero evidente, sonrisas silenciosas que se cubren con mantos de nostalgia.
La autora se deja llevar por el matiz de lo humano, no sin antes escarbar en las inmensidades de lo divino.
” Mi cámara es un pretexto que me permite conocer el mundo de la persona y su entorno”, comenta.

Marie Juliette es sabia y oportuna, logra  captar con maestría esos instantes que quedan suspendidos en el velo de lo irreal, descubriendo esa historia que se encierra en la mirada. La imagen no juzga, se deja llevar por el instante mismo que la acompaña, que la seduce, que la atrapa y que ve marcado en sus rostros, el camino recorrido.